Hace sesenta años, H. M. McLuhan* decía: “Los libros son extensiones materiales que transmiten la voz a través del tiempo y el espacio. Así como la bomba atómica es una extensión material del morder para defenderse, el vestido es una extensión material del mecanismo biológico para regular la temperatura y el coche es una extensión material de nuestro caminar y cargar; todas las cosas materiales realizadas por el hombre pueden considerarse extensiones de lo que hizo antes con su cuerpo o con alguna parte de él.”
Los cuatro ejemplos con los que McLuhan refuerza su reflexión: los libros, la bomba atómica, el vestido y el coche, tienen hoy sus equivalentes en la inteligencia artificial, el procesamiento del lenguaje natural, la tecnología sensorial, la robótica, la realidad aumentada, la realidad virtual, el internet de las cosas y las cadenas de bloques. En un sentido amplio, siguiendo a McLuhan, todas estas tecnologías pueden considerarse extensiones materiales de cosas que el hombre hizo antes con su cuerpo o con alguna parte de él.
El objetivo de la transformación digital, como marco dentro del cual se están desarrollando estas nuevas tecnologías, es la mimetización del ser humano a través de herramientas materiales que potencien su capacidad de pensar, comunicar, sentir, automatizar, representar, imaginar, controlar y registrar.
En esto estamos.
*Herbert Marshall McLuhan (Edmonton, 1911 – Toronto, 1980) Filósofo, profesor y teórico canadiense que influyó en la cultura contemporánea por sus estudios sobre la naturaleza y efectos de los medios de comunicación en los procesos sociales, el arte y la literatura.
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